domingo, 20 de enero de 2008

¿Qué recuerdo de los ochentas?

Retomando el tema escrito hace varios días, ¿Cuáles son las 100 cosas que más rápidamente recuerdo de los ochentas?, o dicho más coloquialmente: ¿De qué es lo que primero me acuerdo de esa época?

Nota: disculpen el desorden y el exacerbado localismo poblano de la lista, pero en serio, créanme que son las cosas que vienen de manera inmediata a mi mente. Perdón.

Va:

1. Los thundercats, sobretodo Mum-Rah, “antiguos espíritus del mal…”.
2. Los pitufos, con todo y sus discos en acetato.
3. Los transformers.
4. Los cazafantasmas, la película.
5. El pinche cubo rubik.
6. Mi primer transformer que me compró mi papá por entrar a la primaria, una camioneta pick up negra.
7. ¡¡¡Rigo Tovar!!!
8. ¡¡¡Chico Ché!!! y a todos aquellos a los que se les quedó el apodo por el parecido con el cantante. Por cierto, el nombre de su grupo sí que era muy preciso para la época: La Crisis.
9. El matrimonio de 30 días de mi primo, después de una carísima y melosa boda tras varios años de noviazgo.
10. El terremoto de 1985.
11. Mi papá jugando fútbol los domingos.
12. Mi mamá yendo por mí a la escuela.
13. Mi hermana y sus muñecas barbies y lily.
14. La casita del árbol Fisher Price.
15. La recámara de mi prima tapizada de pósters de Menudo.
16. Menudo y toda la androgenidad posible.
17. El corte de cabello del Puma, que todavía usan algunos nostálgicos de esa época (ja ja ja), entre ellos mi primo, el del matrimonio de 30 días.
18. Mis compañeras de la primaria embobadas por Luis Miguel, pero más por Pablito Ruíz (ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja).
19. El video de la Incondicional de Luís Miguel, con todo y el explícito mensaje para reclutar soldados, que parece que sí funcionó.
20. La telenovela de Quinceañera, y todas aquellas que querían su Pancho, o su Pedro Infante ochenteno light, y su consecuente domingo siete, como plus.
21. Los tenis panam.
22. Alf.
23. Los tenis carrito de puma, yo tenía los de la carcachita. Je.
24. El maquillaje excesivo de mi tía, como de baladista ochentera.
25. Los vestidos largos y con hombreras de mi mamá, mis tías y primas mayores.
26. Los flecos y copetes exagerados a base de spray, ¡qué asco!
27. ¡¡¡HE MAN!!! ¡¡¡Por el poder de Greyskull!!!
28. Mi camioncito Gi-Joe y mi decepción al ver que me lo regalaron sin soldados.
29. Mi primo que no me prestaba sus juguetes, carísimos por cierto, un auténtico niño ojete, que creo que todavía sigue pagando la deuda por su amigable comportamiento de esos años.
30. Los tres días a la semana que iba a terapia con la psicóloga para el tratamiento de la dislexia.
31. La cara llena de barros de mi primo, guácala.
32. Las telenovelas de Lucia Méndez y Verónica Castro, sin comentarios.
33. Las series viejas gringas, que pasaban como nuevas y con algunos años de retraso, por televisión entre las 4 y 8 de la tarde-noche, como Batman, el Avispón Verde, La casa de la pradera, Los pioneros y demás.
34. Mazinger Z, y los “misiles” de Afrodita (ja ja ja ja ja).
35. Candy, y su trama más dramática que cualquier telenovela.
36. La muerte de Gigi, que es lo único que recuerdo de esa caricatura.
37. Las películas de Capulina que pasaban los sábados en la mañana,
38. El reinicio de las transmisiones de la lucha libre, a fines de la década, los sábados por la noche y que algunos años después generaría una huelga de los luchadores por el horario en que eran transmitidas en perjuicio de las funciones en vivo.
39. El club de fútbol Puebla campeón, ¡pero de primera división!
40. Cuando mi papá me enseñó a jugar béisbol, aunque no me gustaba en un principio.
41. Las “cascaritas” de fútbol con los amigos en plena calle.
42. Las andanzas en bicicleta con mis amigos sin tantos vehículos que esquivar.
43. Remi, y el panteón ambulante que era esa caricatura.
44. El programa En Familia con Chabelo los domingos por la mañana, el megabloque de comerciales que salvó, y sigue haciéndolo, de infartos a muchos papás y mamás al dejarlos descansar unas horas de más los domingos por la mañana gracias a los niños y niñas embobados que no teníamos televisión por cable. ¡Muchas gracias Chabelo por conservar a mis papás unos años más! Ojala que algún día el Instituto Nacional de Cardiología reconozca esa labor.
45. Los problemas económicos familiares por devaluaciones, ajustes de precios, caías de precios en el petróleo (¿?) y otros tantos términos cuya única traducción se reflejaba, y sigue reflejando, en el bolsillo.
46. La primera computadora que se compró mi tío, una printaform monocromática y que funcionaba con unos diskettes enormes y muy delgados.
47. El Atari 2600 de mi primo (el de renglones atrás), que por cierto no jugaba demasiado porque su papá se enojaba si lo “usaba demasiado” y lo descomponía.
48. La canción de Fandango: autos, moda y rock and roll (ja ja ja ja).
49. La ropa de la línea Metrópolis que le compraban a mi hermana en la única tienda Suburbia que en ese entonces había en Puebla, por cierto, se trataba de ropa para mujeres muy parecida a lo que usaban las chavas de Flans.
50. Las Flans.
51. Los Caifanes, sobretodo por la Negra Tomasa; The Cure región 4 tocando cumbias, una combinación histórica y única por lo bizarra que fue, pero que aún me sigue gustando.
52. Soda Stereo.
53. Las primeras compras de despensas completas en el supermercado y los primeros pagos de mi papá utilizando tarjetas de crédito, y sus consecuentes deudas con todo e intereses (gulp), además de la maquinita aquella por la que se pasaban las tarjetas en su rayita café y que creo que también servía para sellar los recibos de compra.
54. La tienda Rodoreda del Centro Histórico, en la Calle 5 de mayo, y que era muy cara.
55. El Tío Gamboín, ya tocándole niños y niñas que querían caricaturas menos infantiles.
56. Papa Soltero, la serie de televisión, ¿por qué tuvo éxito? No entiendo, quizás sólo hacía falta una serie que hiciera pasar el tiempo sin problemas.
57. Siempre en domingo, con todo y Raúl Velasco, y esas tardes ociosas en las que caímos más de una vez para verlo, aunque sea un fragmento.
58. El viejo Deportv con su logotipo de la franja roja, que años después me entere lo tomaron “prestado” de un programa gringo de “similar” formato.
59. Corre GC Corre, extraño programa de concursos de la televisión, con un gato gigante conduciéndolo.
60. Imevision, que ahora es TV Azteca.
61. Los cazafantasmas, la caricatura que pasaban en Imevisión, aunque creo que en Televisa pasaban “otros” con un gorila como chofer.
62. Los pantalones de mezclilla que tenían un logotipo compuesto por una mano formando un aro con el dedo índice y pulgar, que no recuerdo la marca pero que estaban de moda.
63. Timbiriche, y los nuevos chicos y chicas fresas.
64. Caifanes, queriendo ser The Cure.
65. The Cure siendo The Cure, y los primeros emos, darketos o sepa la chingada que eran, que vi en mi vida.
66. El vocho que le daban a mi papá en todos los trabajos que tuvo, de todos colores y años.
67. El VW Caribe que teníamos para pasear, de color verde y muy práctico.
68. Los pocos centros comerciales que había entonces en Puebla: Plaza Dorada y Plaza San Pedro, que en ese entonces inhibían a muchos.
69. El transporte público a base de combis o peceros, todavía más incomodo que el transporte de ahora.
70. La Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre (UPVA-28 Oct) y la constante frase de “Liberen a Simitrio”.
71. Las compras del mandado en el Mercado Hidalgo, cuando era seguro.
72. El gobierno gris de Miguel de la Madrid.
73. Cuando mis papás votaron por el Ingeniero Heberto Castillo en las elecciones presidenciales de 1988.
74. El fraude denunciado por Cuauhtemoc Cardenas en esas mismas elecciones y la movilización generada por ello.
75. El anuncio de Manuel Bartlett de que se “había caído el sistema” y las primeras lecciones de informática por televisión.
76. Las orejas y calva prominente de Carlos Salinas de Gortari.
77. El gol anulado a Miguel Negrete en el Mundial de Fútbol de 1986 en México.
78. “La Mano de Dios”.
79. México perdiendo en penales con Alemania en ese Mundial.
80. “La chiquitibum”.
81. Los cachirules, y porque México no iba al Mundial de Fútbol de 1990, un evento muy feo y frío por cierto.
82. La camisa del América, una amarilla con rayas rojas y azules, y el escudo al centro.
83. Fernando Valenzuela.
84. Los inicios de Julio Cesar Chávez.
85. Las casetas telefónicas de plástico transparente, con toldo naranja y letras blancas.
86. Las casetas telefónicas de la falsa modernidad: de planta trapezoidal y metálicas en su totalidad, puestas en grupo, con la leyenda LADA.
87. La falsa modernidad de los ochentas.
88. Los audiocassetes.
89. Las videocaseteras y videograbadoras, y sus formatos beta y vhs, o el “cassette chico o grande”.
90. Las primeras compras de videos piratas en la fayuca.
91. La fayuca.
92. La CAPU (Central de Autobuses de Puebla Urbanos).
93. Burbujas, Odisea Burbujas.
94. El tesoro del saber.
95. El pago de las enciclopedias en abonos.
96. La revista Proceso, entonces mal impresa en blanco y negro, y que mi papá compraba (y sigue comprando) todas las semanas.
97. Las chamarras holgadas y de frente cruzado, que puso de moda Emmanuel.
98. Emmanuel, con todo y baile, aunque en mi casa no les gustaba, era imposible no escucharlo fuera de ella.
99. La calle 5 de Mayo, a veces con vendedores ambulantes y a veces sin ellos, eso no ha cambiado mucho pero si la imagen que recuerdo de la calle peatonal con árboles menos frondosos y mas bajos.
100. Las rutas de transporte público circulando sobre la avenida Reforma hasta la 11 sur, ahora ya no está permitido, y mucho menos pedir parada en el Reloj del Gallito.

Y otras 6 cosas más que recordé apenas:

101. Los chimecos o guajoloteros que pasaban en pleno Centro Histórico.
102. El programa de televisión “Flores de asfalto” que pasaba en Imevisión y donde salían los roqueros no tan famosos de entonces.
103. El primer video de Botellita de Jerez que vi en televisión: el Charrockanroll, que vaya que me dejó impactado (“hay charrocker no te rajes”), sobretodo por la escenografía del palenque con todo y charro con reata (sin albur).
104. El Tri, simplemente El Tri, y el estigma que tenía entonces de que sólo lo escuchaban mariguanos y vándalos, discúlpenme, pero me asustaba esa imagen a mis 8 o 9 años.
105. El montón de discos (en acetato) de bandas de rock y pop en inglés que tenía mi papa, y todavía conserva (U2, The Police, Sting, UB 40, Culture Club, entre muchos más).
106. El montón de discos (en acetato) de bandas de rock y pop en español que tenía mi papa, y todavía conserva (GIT, Ritmo Peligroso, Nacha Pop, y el de la Negra Tomasa de Caifanes).

domingo, 6 de enero de 2008

El México afresado y meloso de los ochentas en el cual nací (y del que creo que hasta me contagié).

El 31 de diciembre del año pasado pasaron en el canal de cable VH1 un recuento sobre lo que se consideran las 100 mejores canciones de los ochentas, que supongo se trata de un recuento concerniente sólo a México. Mucho se podrá alegar que si el conteo es sólo basado en la opinión de las disqueras, que si es muy comercial o hasta cuestionar los gustos de la mayoría, pero a fin de cuentas no deja de ser interesante el recordar viejos tiempos y hasta tratar de analizar muchos aspectos de lo que sucedía en esa época, tanto a un nivel personal como social.

Y si bien, para mí, puede resultar un recuento muy meloso y rosa, con destellos rockeros a final de cuentas también endulzados en su mayoría, debo recordar que pese a todos los problemas por lo que el país pasaba, los ochentas fueron así, y que mis recuerdos de la infancia se mezclan entre juegos, amigos, primos mayores jugando a ser fresas, problemas económicos familiares, ilusiones colectivas de primer mundo, terremotos y fútbol (con todo y la mascota Pique), es decir, parecía que por largos ratos México no se daba cuenta de nada, o sabía muy bien como ocultar sus problemas. Sin comentarios sobre si la situación a cambiado o no. Punto.

Lo que sea, van los links para ver los segmentos del mencionado programa, disfrútenlos.

El promocional del programa.

La introducción.

Lugares 100 al 91.

Lugares 90 al 81.

Lugares 80 al 71.

Lugares 70 al 61.

Lugares 60 al 51.

Lugares 50 al 41.

Lugares 40 al 31.

Lugares 30 al 21.

Lugares 20 al 11.

Lugares 10 al 2.

Lugar 1.

Por cierto, buen detalle del usuario de youtube, al cual no conozco, pero que los grabó y subió, muchas gracias por compartirlos.

No veo.

Rompí mis lentes, y acabo de confundir una G con una D.

Por pendejo.

Día de regalos, día de reyes magos (para quienes sí tuvieron).

El seis de enero se vuelve cruel, y se vuelve así no por los niños (y niñas), sino por los padres de ellos. La presunción no es de los menores, es de los adultos en la cíclica competencia de demostrar en que niños o niña gastaron más los tres susodichos personajes para demostrar que “quien invierte más es porque quiere más”, así de simple.

Y mientras en las calles veo felices a muchos niños con sus nuevos juguetes, y a sus padres con sus caras de preocupación pensando en el tiempo que les tomará a los tres explotadores de animales pagarlos, también veo a muchos que no recibieron lo que pidieron, simplemente porque los susodichos tres no les dieron la misma prioridad que a aquellos cuyos padres realizaron sus “donativos” respectivos con todo e intereses. Pero también veo a muchos otros que no les dejaron nada, entre ellos a algunos que ni tristes están porque simplemente se les volvió costumbre el no recibir obsequio alguno no sólo en este día, sino en toda su vida. ¿Y los reyes?, bien gracias, recordemos que todo sistema de gobierno tiene intereses, no personas, y los tres como jefes de estado no han realizado entre sus peticiones el que se incrementen los sueldos o reduzcan los precios de la canasta básica, ni tampoco el que se cancelen deudas externas de países de tercer mundo, ¿y de filantropía? mejor ni hablamos.

Ni modo, si que son reyes.

miércoles, 2 de enero de 2008

El ejercicio es sano (aunque sea hardcore).

Mis dos sobrinos han adoptado la sana costumbre de hacer ejercicio todos los días, lo cual en verdad me da mucho gusto, pero ambos han escogido como deporte una sui generis versión propia de las artes marciales mixtas, y no han encontrado mejor, y único, sparring que yo.

Si bien veo que su condición física ha mejorado mucho, también mis moretones han ido en aumento, aunque debo reconocer que lo hacen con cariño porque les gusta, aún me queda la duda si la mayor satisfacción la tienen en mejorar cada día sus técnicas de combate o en el mero hecho de estar más sanos día a día; sea cualquiera de las dos cosas, lo único seguro que sé es que tengo mucho tiempo para investigarlo, y también muchas zonas blandas todavía sin hematomas.

martes, 1 de enero de 2008

El nuevo blog (que ahora resulta ser el primero pero un tanto reciclado del anterior).

Entre 2005 y 2007 escribí un blog que tuvo varios nombres -tan distintos entre sí y sin nada que ver uno con otro- el cual debo reconocer que me resultaba demasiado tedioso por lo fallidamente introspectivo que pretendía serlo. Y es bien sabido que cuando las cosas se hacen, y escriben, forzadas…pues, se vuelven aburridas y tediosas.

Y no es que el otro blog fuera malo, pero tampoco era bueno, aunque debo reconocer que sí tuvo sus destellos, pero muy ocasionales…

En fin, este es otro blog, aunque con reciclados del viejo