domingo, 25 de mayo de 2008

De cuando uno se da cuenta que lo que antes eran pendejadas ahora son preocupaciones, o algo parecido...

¡Diablos!

Es el colmo que en este momento mi preocupación más fuerte sea el hecho de que se descompuso la lavadora y que la torre de ropa sucia ya no sea una estructura más o menos lineal, sino que ahora, como pirámide de tribu prehispánica conquistada, sea una montaña. ¡Enorme!

Lavar todo eso a mano me llevará dos noches completas, y esperar a que compongan el motor de la máquina una semana…

¿Pendejadas? ¡Chingaderas!