jueves, 7 de enero de 2010

De lo que me propuse hacer y cumplí o no cumplí en el 2009

A fines de 2008 hice mi lista de buenos propósitos para el 2009, en ella dejé de lado los enunciados rutinarios del tipo “ahorrar dinero” (ahorre poco, pero me sirvió para pagar algunas tarjetas de crédito), “pagar deudas económicas” (ya mero termino), “no despilfarrar dinero” (sin comentarios, de vez en cuando hay placeres irremediables, pero fueron más prudentes, afortunadamente), “bajar de peso” (porque subo y bajo kilos peor que Bolsa de Valores, con la diferencia que en el 2010 si debo hacerlo), “hacer ejercicio” (porque forzosamente debo hacerlo para eliminar el dolor de mi espalda) y demás linduras por el estilo. Por cierto, nuevamente me recomiendan que deje la Coca Cola, el café y los chocolates, pero simplemente esos ya son vicios. Ni modo.

Esta fue mi lista del 2009, en negritas resalto que tal me fue con cada propósito:

1. Ser más tolerante con mis hermanas que cuando llegué a viejo no tendré a quien recurrir cuando necesite un riñón, un hígado o sangre de mi tipo. Mis sobrinos me quieren mucho, con eso me conformo.
2. Leer un libro al mes, completo, uno a la vez, nada de dejar varios con separadores y anotaciones que quedan pendientes y amontonándose en todos lados. Tuve que hacerlo, el diplomado de SOGEM así lo exige, y no nada más uno, a veces eran hasta cuatro libros al mismo tiempo.
3. Buscar a los viejos amigos y recordarles que sigo vivo. Cumplido, en la mayoría de los casos los resultados fueron favorables, en los que no, ni modo, tengo el 2010.
4. Escribir más seguido en el blog. Cuatro blogs, uno propio y tres como invitado, aparte de los enviciantes facebook y twitter.
5. De vez en cuando ir al cine, no importa si sólo ó acompañado. Fui poco, lástima, pero me divertí sobremanera cuando lo hice.
6. Practicar y practicar la fotografía y el retoque digital. Muy poco, la escritura ganó paso este año.
7. Aprender a bailar, eso sí que es difícil, bueno, al menos la vergüenza ya la perdí. Sigo bailando mal, pero ya sin tanta vergüenza.
8. Golpear solamente el costal de box, nada más. No pude, no pude y creo que no podré. ¡Es que hay cada persona!
9. Recordar que los intelectuales son personas y no aventarles café hirviendo en la cara para acelerar su proceso creativo ni tampoco golpearles la cabeza tan fuerte, nomás levecito. Por lo menos ya no les aviento el café.
10. Aprender a hacer animación digital. Intenté, me salieron algunas cosas pero no lo he retomado.
11. Tomar algún curso en la Casa del Escritor o la SOGEM. Diplomado de Creación Literaria de la SOGEM en Puebla, no tenía idea en lo que me había metido.
12. Procurar ir a una que otra exposición artística o al teatro (verificar disponibilidad económica para esto último). Si fui, no con la frecuencia que me hubiera gustado, pero en fin, por algo se empieza.
13. No golpear en el hombro ni la espalda a las personas después de saludarlos con la mano, que no todos resisten igual que los albañiles y los policías. No pude, estoy entre varios mundos, los albañiles y los policías son dos de ellos.
14. Actualizar más seguido el playlist del i-pod, que la computadora no tiene sólo 100 canciones. Lo hice, pero también me di cuenta que mis canciones favoritas no exceden la centena.
15. Hacer un esfuerzo económico e ir de vez en cuando a una función de lucha libre. Hecho, no como hubiera querido. ¡Conocí al Undertaker y a Rey Mysterio!
16. Comprar más películas piratas de cine mexicano, pero de videohomes y setenteras-ochenteras de ficheras, cabrito western y demás de ese tipo. Cine cabrón, pero cabrón en serio. Cada vez crece más y más mi colección.
17. Leer un poco más la Biblia (es en serio). Leve, despacito.
18. Hacer maquetas y demás modelos a escala, si no puedo gobernar una ciudad, al menos me crearé una. No importa que tan pequeña sea. No lo cumplí, me quede en los puros bocetos.
19. Terminar el montón de bocetos para pinturas, dibujos y demás proyectos que tengo arrumbados, poco a poco. Sigo teniendo pendientes, algunos desde el 2005.
20. Ser un poco más paciente y tolerante. No pude, ¡hay cada persona que desearías le pusieran un bozal en la boca!

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