innominado: Descanse en paz Mitsuharu Misawa.

En días pasados falleció uno de los mejores luchadores del mundo: el japonés Mitsuharu Misawa.

Su nombre en México quizás sea sólo conocido por aficionados al estilo nipón del Puroresu. Era un extraordinario peleador que se caracterizaba por un estilo recio, pero a la vez muy técnico y de castigos fuertes, quizás no muy “vistoso” o “llamativo” comparado con el estilo mexicano, ni tampoco con el físico musculoso que vemos en las transmisiones estadounidenses.

Durante los ochentas luchó con la máscara de Tiger Mask en su segunda versión. Después de dejar ese personaje continuó con una ascendente carrera que lo llevó por las mejores empresas de su país y encabezar los eventos más importantes.

Su calidad no disminuyó con su edad, al contrario, era sorprendente su resistencia física para soportar y realizar castigos contra rivales de mayor peso y juventud.

Aunque su carrera fue prolífica, llena de logros y anécdotas, quiero resaltar tres sucesos trascendentales:

El 17 de mayo de 1990, durante una lucha en parejas contra Yoshiaki Yatsu y Hiromichi Fuyuki, le pidió a su compañero Toshiaki Kawada le quitara la máscara de Tiger Mask, personaje que entonces portaba, para arrojarla a la audiencia. Este detalle significó el inicio de la carrera de Kamikaze Misawa, sobrenombre con el que también se le conocía.
El 5 de agosto de 2000, primera función de su empresa: Pro Wrestling Noah, nombre con un significado muy simbólico que “alude a la historia Bíblica de Noé (Noah en árabe), en la que las personas y los animales en la arca sobrevivieron el diluvio y empezaron un nuevo comienzo para el mundo, una historia que fue vista como un paralelo de la salida de los luchadores de All Japan Pro Wrestling” (1). AJPW fue la empresa a la cual renunciaron los 23 peleadores, entre ellos Misawa, que fundaron Noah.
El 13 de junio de 2009, Mitsuharu Kamikaze Misawa muere en el ring, trabajando, en su empresa, entre sus empleados, compañeros y amigos durante un combate en parejas, por complicaciones posteriores a un castigo recibido, un suplex a la espalda.

Descanse en paz.